Jay del Alto Pas.
Entre perdices y becadas, sin descanso. No sabemos donde llegará este ejemplar, pero a sus tres años y medio sabemos que tenemos entre manos un gran perro de caza. Ya hice esa predicción cuando tenía ocho meses de edad, porque se veía una progresión exagerada en los entrenamientos que realizaba con él.
Un perro inteligente, sin una andadura excesiva, bravo en la maleza, valiente, honesto en su esfuerzo y con una nariz exquisita. Un presente y un futuro emocionante.
Después de irse Brisa, este ejemplar emerge con fuerza para continuar el legado de la reina.
Dominando perdiz y becada.
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