En la caza siempre hay algún día de fortuna. Puede ser para los cazadores o para los animales susceptibles de ser cazados.
En esta ocasión, les tocó pasar un día tranquilo a las piezas del campo. La niebla era bastante espesa y no nos permitía salir con nuestros canes.
Pero esto no es un inconveniente para los que amamos el campo.
No podemos cazar. No pasa nada. Salimos a observar los animales, revisamos bebederos, comederos y majanos que colocamos para mejorar su hábitat.
Bebedero para las perdices
Majano de piedra para los conejos
Vaya, parece que algún conejillo anda cerca.
Nuevo majano, recién hecho.
Comedero para las patirrojas.
Así vamos pasando la mañana, que al final nos guarda una sorpresa.
Un amigo aficionado a las palomas mensajeras nos deleita con una suelta de estos magníficos ejemplares. La niebla no es un problema para ellas. Seguro que sabrán orientarse.
Impresionantes palomas
Vamos con la suelta
Ahí van como aviones.
Pronto llegarán al palomar.
Aún con la niebla, se orientaron rápidamente.
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