Sabemos de la presencia de becadas, ya que las condiciones climatológicas han sido favorables para que lleguen. Viento del norte muy frío, fuertes nevadas más allá de los pirineos...
Nuestros perros se muestran ansiosos por salir al monte y mientras colocamos los beeper tiemblan de emoción, inquietud. Comenzamos a cazar y a la media hora de patear monte comenzamos a ver bastante muestra de sordas. Al poco tiempo, en una zona muy espesa, los perros tocan una emanación y quedan parados como verdaderas estatuas. Al momento sale volando una becada que hace más piruetas que los artistas del Circo del Sol. Logro abatirla y Adraa la cobra rápidamente. Se la dejamos saborear también a nuestros setter, que se vuelven locos.
El resto de la jornada fue para recordar. Una becada que casi me quita la gorra. La muy pilla consiguió escapar y alguna más que nos ganó la partida. La próxima semana volveremos a probarnos con ellas. Mientras tanto disfrutamos con las imágenes del día.
Soccer y la preciada becada
Una pausa después del lance
Alguien cenó aquí anoche
Brisa, a sus 7 meses ya despunta
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