Ya andan las becadas por estos lares y nosotros tras ellas.
Nos habían dicho que picoteaba una por la dehesa y me faltaba tiempo para ir en su búsqueda.
Nos enfrentábamos a un terreno poco amable, tanto para el cazador, como para los perros. Zarzales por doquier, chopos enmarañados, fuertes espinos......
Pero nada puede parar a nuestros perros, que nada más comenzar a cazar, peinan el terreno palmo a palmo, sin dejar un espino por mirar. Llevábamos un buen rato cazando y ni rastro de la sorda. Pero a tesón, no nos gana nadie, así que a seguir con la faena.
Al final, volamos la sorda en la zona más recóndita de la dehesa, después de mostrarla nuestras perras Adraa y Brisa. Con tanta maleza, disparar sobre ella es misión imposible, así que la picuda se llevó dos tiros que creo ni la rozaron. Ahora quedaba la rebusca, que fue meticulosa y lenta, hasta que volvimos a encontrar a la dama del bosque y la pudimos abatir.
Al final, volamos la sorda en la zona más recóndita de la dehesa, después de mostrarla nuestras perras Adraa y Brisa. Con tanta maleza, disparar sobre ella es misión imposible, así que la picuda se llevó dos tiros que creo ni la rozaron. Ahora quedaba la rebusca, que fue meticulosa y lenta, hasta que volvimos a encontrar a la dama del bosque y la pudimos abatir.
Lances inolvidables con la primera becada de la temporada.
Adraa en muestra a la becada
(Brisa estaba puesta al otro lado y no la pude fotografiar)
Nuestras "damas", con la Dama del Bosque
Una cama de un jabalí, que se levantó cerca de nosotros.
La mañana se dio bien, con una rabona para nuestro morral.
