domingo, 8 de enero de 2017

BECADAS 2016

Con el tiempo que tenemos durante este otoño y parte del invierno, no es de extrañar que tengamos pocas becadas por estos lares.
Fuertes heladas ( hasta -10 grados) unido a la ausencia de precipitaciones, da como resultado un suelo seco y helado, en el que estas aves no se pueden alimentar. Aún así, las pocas que hemos podido saborear, nos han dado mucho juego y las cachorras han tenido buenas oportunidades.

Buena helada

Así se queda el campo a -10 grados

Aún así, las becadas son capaces de buscar sustento en zonas con el suelo menos helado.

Impresionante agujero en el suelo y excrementos de becada.
 (Puse la correa de los perros al lado como referencia)

En cuanto a las cachorronas, podemos decir que Cala, la joven Deutsch Drahthaar, nos está deleitando con las perdices y también ha mordido alguna sorda. La temporada pasada, en la que contaba con 8 meses, ya nos puso su primera becada.
Las perdices las va dominando con su portentosa nariz, aunque a veces su juventud la juega malas pasadas.

Cala con su becada.

La joven Hiiumaa va destapándose con las becadas. Con una pasión desbordante, parece que vuela en el monte. A veces presiona demasiado a algunas becadas, que vuelan sin poder tirarlas, pero es una lección que tiene que aprender.

Hiiumaa con una de sus becadas.

Las maestras  Brisa y Adraa nos hacen disfrutar día sí, día también. Prudentes con las sordas, inteligentes a la hora de buscarlas y patroneándose mutuamente cuando el lance lo requiere. Un lujo.

Brisa, Hiiumaa y Adraa con becada

A dúo.

Madre(derecha) e hija (izquierda) con una pareja de picudas.









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