domingo, 2 de febrero de 2014

¡QUE HABLEN LAS BECADAS!

Ha sido una buena noche. El suelo estaba duro por la fuerte helada, pero repleto de lombrices y gusanos. Podría poner un pero. Un gran búho real casi me arrebata la vida mientras me alimentaba. Menos mal que mis grandes ojos descubrieron al gran duque antes de que me diera alcance. Son terribles esos bichos. Cierto día vi a uno de ellos despedazando un hermoso erizo.
Restos de un erizo comido por un gran búho real

Ya amanece y toca descansar. Me refugio en una gran masa vegetal, formada por pequeños enebrillos salpicados de espesas encinas. Creo que aquí pasaré un buen día.
Avanza la mañana sin novedades. Un corzo despistado, una liebre que se encama……


La cama de la rabona

De repente, lejos de donde me encuentro, se oye un terrible sonido, como un trueno. No sé lo que ha pasado, pero algo en ese ruido me da mala espina. 

Pasa otro rato y me relajo en mi lugar de descanso. 
Algo se oye. Un animal se acerca corriendo, pues noto que tiembla el suelo. De repente lo veo, aunque pasa lejos de mí. Ralentiza su carrera y gira directamente hacia la mata donde estoy. Se para y su nariz apunta directamente hacia mí. La bestia se aproxima. Vuelve a pararse y ya no se mueve más. Parece un viejo tronco de un árbol. La observo. Es una perra. Tiene un cuerpo muy fuerte, con grandes barbas en su cara y un pelo que parece alambre. Tiene una pata en el aire. ¿ Por qué no se mueve? Es imposible que me vea, ya que estoy bien camuflada. ¿Será posible que me huela desde tan lejos?
Sus orificios nasales se dilatan de forma increíble. Llega otro perro, es de colores claros y cuando ve al primero parado, se tumba a ras de suelo. Parece una estatua de hielo, pues no mueve ni un músculo. Esto es demasiado. Se mueven las ramas de una encina próxima y aparece la silueta de un ser enorme. Empuña un palo con dos agujeros muy negros. Lo que me faltaba. Huyo despavorida, poniendo tierra de por medio y buscando otro rincón en el monte donde pasar el resto del día sin sobresaltos. A ver si llega pronto el crepúsculo y puedo tener un poco de tranquilidad.


Tina con su primera becada

1 comentario: